miércoles, 27 de noviembre de 2013

Las ganas de romper todo y mandarlo bien a la mierda van creciendo. Ya no sé que hacer para contener toda la ira que tengo adentro mio. Ya no encuentro forma de descargarme. Ya no sé como hacerle entender que no se meta conmigo y con mis cosas. EL PELOTUDO NO ENTIENDE. Parece que nunca en su puta vida va a madurar. Le chupa un huevo todo lo que le pase a los demás, no tiene respeto por nada ni por nadie, lo único importante es él.
Ya quiero que cumplan lo que me habían prometido: separarme de él. Quiero tener mi propio espacio, donde las cosas sean mias y todo lo que es de mi propiedad quede en mi propiedad.
Ya estoy en el punto en el que tengo que esconder mis propias cosas estando en MI casa. Es realmente increíble el punto al que tuve que llegar. Que alguien me de un consejo, porque en serio que ya no sé que más hacer.




T E  O D I O .

miércoles, 17 de julio de 2013

Aquel sueño, nuestro sueño.

Estaba yo cantando, solo, arriba de un escenario, sin público, dentro de un micro estadio. Practicando se podría decir, sin miedos ni nervios. Eramos yo, el micrófono, un reflector y millones de asientos vacíos. Hasta que de la nada se abre una puerta, y entra alguien. Sin darle mucha importancia seguí con lo que estaba haciendo. De a poco, esa persona se iba acercando, hasta que por fin me di cuenta quien era. Eras vos. Estabas ahí, mirándome, apreciandome. Me pediste que te dedicara una canción. Una canción que represente nuestro amor. Empecé a cantar, y me interrumpiste, siguiendo la letra de la canción . De la nada, hicimos un dueto improvisado. Uno cantándole al otro, manifestando nuestro amor y felicidad. Cuando terminamos la canción nos miramos, sonreímos y nos abrazamos, sin faltar un beso. En el medio me decís a la oreja: "Quiero quedarme acá, con vos, donde soy feliz. Nunca me abandones". Y yo como respuesta, te abrazo más fuerte, te doy un beso y te digo: "Te amo, nunca te voy a abandonar". Luego caen las paredes del micro estadio y ahí, afuera, había una multitud de personas que habían escuchado nuestra canción. Nos ovacionaban, nos gritaban, nos aplaudían. Y nosotros sin más que hacer, saludábamos al público, mientras sonreíamos. 

No sé si pasará o no, pero de algo estoy seguro... 
                                  
                               SOMOS EL UNO PARA EL OTRO.



jueves, 27 de junio de 2013

Cada día más cerca...

 5 años ya, 5 años desde que toque por primera vez una pelota de handball. 5 años desde mi primer gol, desde mi primer partido, desde mi primera victoria y mi primera derrota, desde mi primer grito de aliento, desde mi primera sonrisa al meter un gol, y primera frustración por un gol en contra. Fueron 5 años largos y duros. Muchos amigos en este tiempo, que estuvieron y por alguna razón se fueron, otros que siguen y seguirán  otros nuevos y otros que me falta conocer aún más. 5 años llenos de gritos, alegrías  tristezas, llantos, sonrisas, stress, adrenalina, pasión y esfuerzo. 5 años en el mismo club, que me dio una nueva vida u otra forma de ver la vida.
No llegué a Dorrego con la misma intención que tengo ahora, la de vivir del handball. Llegué con la idea de poder practicar un nuevo deporte, de hacer alguna actividad y no quedarme tirado en mi casa mirando la televisión o jugando a la computadora. Al principio era un fastidio tener que salir de mi casa para ir a entrenar, tener que merendar y cambiarme para ir a entrenar dos horas, volver a mi casa, bañarme, comer e irme a dormir. De a poco eso fue cambiando, pasó de ser un fastidio a ser un actividad, de ser una actividad a ser algo placentero, de ser algo placentero a ser un hobby y de ser un hobby  a ser lo que más me gusta a hacer. Ya era vivir el entrenamiento de una manera diferente. Era disfrutar y aprender

Llego la hora de mi primer partido. Yo tenía 12 años. Fue en la cancha del colegio José Hernandez, contra Ferrocarril Oeste. Estaba emocionado, ya quería entrar a la cancha y empezar a hacer lo que iba a marcar el resto de mi vida, JUGAR AL HANDBALL. Mi primer gol, me sentía como un nene cuando abre sus regalos. Una sonrisa de oreja a oreja, corriendo a la mitad de la cancha mientras festejaba el gol. Ese mismo día marqué mi segundo gol. Ya se imaginaran como me sentí cuando terminó el primer partido. No lo podía creer, mi primer partido y ya había metido dos goles. Ese día me marcó, fue el comienzo de mi nueva vida. Pasé un año entero corriendo, entrenando, jugando, metiendo goles, defendiendo, festejando cuando mi arquero atajaba, disfrutando con mis nuevos amigos y compañeros, aprendiendo más día a día. En un momento el arquero de nuestra categoría dejó de jugar y nos quedamos sin arquero. Ahí es donde yo, sin saber de que se trataba empecé a atajar. Pensé que mi experiencia como arquero de fútbol me iba a ayudar, pero no, eran dos cosas totalmente distintas. No me importó. Seguí en el arco a pesar de que no era muy bueno. Por un lado comencé a atajar por que no había otro que quisiera atajar, y por otro lado por que me gustaba ser el que impida que el otro equipo meta goles, me hacía sentir importante. Pasé de correr de una punta de la cancha a la otra, de jugar, de meter goles a atajar, sacar los contraataques, esperar en el arco a que terminara el ataque de mi equipo para poder colaborar con la defensa. El entrenamiento era distinto. Ya no tenía que saltar, "fintear", pasar la pelota, tirar... Ahora tenía que evitar que la pelota entre en el arco. No importa como hacia para evitarlo, lo importante era que lo haga. Ya después de un tiempo de estar en el arco y ya, más o menos, tener una idea de como era atajar en handball me empezaron a enseñar como atajar. No era fácil, para nada, pero seguí por que me gustaba. A medida que pasaba el tiempo era mayor la dificultad de cada tiro. Cada vez los rivales eran más grandes, más fuertes, tiraban con otra técnica, con más inteligencia, la defensa era más dura, y los contraataques más rápidos. Con el tiempo fui mejorando mi técnica, mis reflejos, mis pases, mis atajadas y, sobre todo, las ganas de seguir aprendiendo. La posición de arquero cada vez me gustaba más, no me arrepentía de haber dejado de jugar, aunque a veces me daban ganas de volver a meter goles. 
Todo el tiempo estuve yo solo como arquero, no había con quién compartir el puesto, hasta que llegué a Cadetes. La etapa más dura, si se puede decir. Muchos entrenadores dicen que es la etapa donde más se aprende. Y así fue. Mi habilidad para ser arquero se modificó notablemente en mi paso de Menor a Cadete. El entrenamiento era más duro, con otra intensidad  Acá es donde encontré con quien compartir el puesto. Desde ese día, dejé de ser el único arquero en el equipo, ahora eramos dos. Lo cual al principio me gustaba, la idea de tener un amigo que juegue en la misma posición que yo era emocionante. Después me di cuenta que, además de estar bueno, era una especie de competencia. Tenía que empezar a demostrar que yo quería el puesto de titular y no el de suplente. Pero mi entrenador tenía su propio criterio y por ende quedé suplente. Sin embargo jugué bastante. Entre en todos los partidos, y el primer partido lo jugué todo yo por que el otro arquero no estaba. Fue un buen campeonato para nosotros, terminamos cuartos pero por que eramos tres segundos y debido a la diferencia de gol terminamos como lo hicimos. Ya en el segundo torneo vino entró otro arquero más. Ya eramos tres y la competencia se hacia más grande y difícil  Ya no era pelear una posición, era pelear dos. Nuevamente el entrenador con su criterio y quede como tercer arquero. Lo cual no me gusto mucho. En realidad no me gustó nada. Jugué mucho menos de lo que yo esperaba. Hubo más partidos en los que no jugué de los que si lo hice. Y cuando entraba era para atajar cinco minutos más o menos. Fue un momento difícil para mi. Me quería ir de club debido a que no jugaba. A mi no me importaba ganar o perder, lo que quería yo simplemente era jugar, y nada más que eso. Pero se me hacía difícil  Estuve varias veces por dejar de ir a entrenar, iba a entrenar sin ganas, los sábados no iba con entusiasmo, y si no jugaba me ponía de mal humor. Muchas veces me apartaba del mundo, me iba solo, para que nadie me vea llorar. Fue sin dudas el peor momento de mi vida hasta ahora. Sumado a eso venían otros problemas personales míos  y todo se mezclaba y dbsjabdksadnbkjas a la mierda todo. Pero bueno, a pesar de todo seguí con los brazos arriba, sin dejarme caer. "Un tropiezo no es caída". Seguí entrenando, seguí rompiendo el orto por ganarme un lugar. Llega el partido contra SEDALO. Ese día si me tenía confianza, mucha. Pensaba que iba a entrar, iba con todas las pilas. Pero no, nuevamente no entré. Con ese partido no me puse mal, por que al ganarle a SEDALO nos habíamos clasificado al Super 4 y al Nacional. Estábamos todos felices, emocionados. Nunca nos habíamos clasificado a esos torneos y sabíamos que iba a ser una experiencia increíble  Nos preparamos para el Super 4. Fuimos con mucha expectativa. El primero partido lo íbamos a jugar con SEDALO. Perdimos por uno y nuevamente no jugué. El partido por el tercer puesto lo jugábamos contra Ferro. Ganamos por dos y nos ganamos el tercer puesto. Como se imaginan, no jugué. Terminé el Super 4 sin haber podido tocar la cancha, lo cual me desmotivo bastante. En el momento no me importo, estaba dentro del festejo. Nuestro primer Super 4 y quedamos terceros. Terminó la temporada. Cambio de categoría para algunos y algunos nos quedamos en la misma. 
Empieza el 2013 y por alguna razón nos cambian el entrenador. De los tres arqueros que eramos el año pasado quedamos dos. Solo que ahora subían dos de la categoría anterior a la nuestra. Ahora había más competencia todavía  Somos cuatro arqueros para un solo puesto. Empecé el año suplente y entraba poco. Cada vez me desmotivaba más. Por que sabía que esta era una buena oportunidad para demostrar que puedo estar en el arco y no se me presentaba la oportunidad. Un día el arquero titular que teníamos quedó afuera de la lista, quien sabe por que, y es mi turno de entrar como titular. Era la oportunidad perfecta para demostrar que podía estar como titular. Atajé bien, me sentía bien conmigo mismo a pesar de que habiamos perdido. Desde ese día empezé a jugar más. Seguía suplente, pero cada vez jugaba más, hasta el momento que empezé a ser titular. Las cosas empezaron a mejorar. Venía atajando bien, entrenaba con ganas, al fin las cosas se me estaban dando
Pero sin duda el momento más feliz fue la semana pasada. Antes de entrenar el entrenador dice que quiere hablar conmigo y tres compañeros más al finalizar el entrenamiento. No tenía la menor idea de los que iba a decir, pero no pensé en eso. Seguí entrenando. Cuando termina el entrenamiento yo me estaba por ir y me acordé que quería hablar conmigo. Estamos los cuatro esperando a que el entrenador venga a hablar. Viene con una papel en la mano. Nos dice que nos eligió a los cuatro para formar parte de un selectivo para la selección nacional de handball. Yo no lo podía creer. Le agradecí y me fui. Estuve media en que no sabía como reaccionar, que decir, nada. No caia. Llega el momento en el que me voy a bañar y empiezo a darme cuenta de las cosas. Empecé a llorar, de la alegria por supuesto. No podía creer que después de todo lo que me pasó este cerca de la selección. Nunca en mi vida tenía pensado esto, nunca me lo imaginaba. Mi meta era poder jugar más que el año pasado, y de la nada se me presenta esta oportunidad. Le agradecí a todos los que habían apoyado en aquel momento en que no sabía que hacer. Todos me daban aliento, me apoyaban, estaban conmigo. Llega el momento de entrenar para el selectivo. Atajé bien. Ahora estoy esperando a que me digan si sigo entrenando con la selección o no. La verdad, que mucho no me importa si quedo o no. Ya con saber que fui al selectivo soy feliz. Es increible que este tan cerca de mi sueño, que es jugar en la selección. Nunca me lo esperé, nunca. Desde ese momento me di cuenta que con esfuerzo todo se puede, aunque haya una minima chance. Y bueno, este es el resultado de todo mi lucha. Hay dos personas a las que le quiero agradecer especialmente... Ruben, se que no vas a leer esto, pero te quería agradecer por enseñarme tanto, mejoré muchisimo con vos. Me diste herramientas que con otro entrenador por ahí no hubiera tenido. Y Juan, te agradezco por apoyarme en cada entrenamiento y en cada partido. En el poco tiempo que estuvimos compartiendo también aprendí mucho de vos. Y te agradezco de todo corazón que me hayas dado la oportunidad de estar donde estoy. Yo se que confias en mi y trato de demostrarte que puedo. Me faltá, pero ya lo voy a mejorar. 

Y bueno, alguna vez las cosas se me tenian que dar. Todo llega, a veces sin que las busquemos, otras buscandolas, pero siempre llegan. Esta es más o menos lo que puedo contar de mi vida como handbolista, y se que me queda mucho por contar. Ojalá las cosas se me sigan dando, por que estoy en un buen momento y no quiero que eso se arruine. 

Con esfuerzo todo se puede, ténganse fe que nada es imposible. 

jueves, 9 de mayo de 2013

Vayanse bien a la mierda.

No puedo sentirme cómodo en mi casa, estoy constantemente de mal humor estando acá. No hay día que pueda salir con una sonrisa de mi casa. 
Mi vieja se la pasa gritando, se hace problema por todo y como siempre, me mete a mi en el medio, tenga o no que ver con el problema. 
Mis dos hermanos están constantemente molestando, rompiendo las bolas, causando problemas, peleándose y el pelotudo que tiene que tranquilizar las cosas, el que queda enganchado en el medio gritando soy yo. Y como mi vieja no se da cuenta que estoy tratando de parar todo me mete en el problema y me termina rompiendo las bolas por cosas que nunca hice. 
Mi viejo que hace todo lo que mi vieja cree que esta bien. No esta en casa en todo el día, no sabe lo que realmente pasa acá, y el ve todo como mi vieja se lo cuenta, que la mayor cantidad de veces esta equivocada. Y ahora con esto de las rifas me rompió las bolas todos los días. Me puteo, me insultó, no me escuchó. Me cansé de decirle que soy muy tímido  que no me animo a vender. Y a él le chupo un huevo todo lo que yo le dije. Para él, todo tiene que ser como el lo hace, no entiende que algunos no podemos hacer todo eso. Encima, con todos los que habló les contó que yo no vendía rifas, pero lo hizo de la manera que el creía .. Les dijo que era un pelotudo por no venderlas, que tengo muchísimas personas para vender, pero que no me ponía las pilas para venderlas. Haber la recalcada concha de tu hermana, SOY TÍMIDO  No es que no me pongo las pilas para vender, NO ME ANIMO. Es un problema que tengo desde siempre, estoy tratando de animarme cada día a más, pero de un día para el otro no puedo, y sin su colaboración no puedo. Lo único que pido es que me escuchen, que me entiendan y me dejen hacer las cosas tranquilo y con espacio. 
Me cansé de ser el centro de todo. En cada problema tengo que estar yo metido. Me da por las bolas que mis hermanos se manden una cagada y yo siempre tenga que estar involucrado. ¿Saben por qué estoy mal? Estoy mal porque no puedo hacer nada al respecto. No puedo contradecirlos por que son mis padres, no puedo insultarlos, no puedo responderles como quiero, y solo por el simple hecho de que son mis padres. No saben las veces que me encerré en el baño a llorar porque me comí todo lo que tenía que decir. No puedo explotar, yo no me lo permito por que no quiero. Por que sé que ustedes se lo van a tomar para mal, por que no saben todo lo que me esta pasando. 
Hace años les vengo diciendo que ubiquen al pelotudo de Iván, que les pongan los puntos. Pero no hacen un carajo al respecto. Hagan lo que hagan, él hace lo que el orto se le cante, y ustedes lo único que hacen es gritarle. Y eso me jode, por que le chupa un huevo que le griten, siempre hace lo que quiere. No se preocupa por los demás. Yo soy el pelotudo que tiene que estar ayudándolo cuando tiene un problema, el pelotudo que tiene que hacerse cargo de las cagadas que se manda por que sino el problema es con todos, el que tiene que arreglar todo lo que hace. No se dan cuenta que ODIO A MI HERMANO. Ya hace unos buenos años les vengo una cosa, y solo una cosa. Que me separen de él. No quiero compartir la pieza con él, no quiero compartir mis cosas. Por que sin importar lo que sea, o lo rompe o hace lo que se le cante el culo. Me roba plata, me saca las cosas sin permiso y no me las devuelve, me pierde las cosas, pierde algo y automáticamente me culpa a mi, por que no es capaz de hacerse cargo de lo que hizo. Yo ya no se que carajo hacer, no le pego por que no me gusta pegarle, no quiero. Y cuando lo hago después me encierro a llorar, por que es mi hermano, quiera o no y yo lo respeto como tendría que hacerlo, y yo eso no lo obtengo devuelta. Para él no tiene significado todo eso. 
Me cansé de llorar, me cansé de putear al aire, me canse de dar la cara por los demás, me cansé de hacerme problema por todo, me cansé de que me caguen a pedo por cosas que no hago, ME CANSÉ. Me molesta no poder expresarme como quiero. Ya no se que hacer. Tendría mucho más para decir, pero voy a mandar todo a la reverendisima mierda. 
Muchas veces pensé en escaparme de casa, pero se que ustedes se preocuparían por mi, y no quiero que se hagan mala sangre. Cada vez que estoy fuera de casa lo disfruto, me hago un descanso, respiro tranquilo. Hago todo lento, con tranquilidad. Por que es el único momento en el día donde no me están dando ordenes, ni los tengo encima. En este momento quiero irme de casa, depender de mi mismo, y que mis acciones las controle yo, y nadie más que yo.
Gracias por hacerme la vida imposible, y por no darme lo que quiero.... Una familia con la que no me haga problemas. Lo único que deseo en este momento es poder estar bien con ustedes, que no haya más problemas, y no tener razones para ponerme mal.

domingo, 5 de mayo de 2013

Hay momentos en donde uno necesita tiempo para pensar bien las cosas. Para ir despejando su mente y no tener más cosas por las cuales preocuparse. Bueno, este es uno de esos. No quiero comprometerme con nada ni nadie. Necesito estar solo por un tiempo. Tranquilizarme, relajarme y concentrarme en otras cosas... El colegio, por ejemplo, que bastante mal me esta yendo. Así que voy a aclarar todo, y no seguir metiéndome más en eso. No digo que no me guste, pero no es el momento. Estuvo re lindo y tierno, pero tengo miedo de que esto llegué más lejos. 

Handball, mi pasión y la de muchos

Handball: muchos diran que "es solo un deporte". Ellos no entienden lo que es verdaderamente el handball. no entienden todo el tiempo que le dedicamos a este deporte, que no es solamente un deporte, es la vocación que nosotros elegimos para vivir, es nuestro pasatiempo favorito, el momento donde te concentras mas que en otros lugares, donde te contras con amigos, compañeros y, ¿Por qué no?, con tu amor.
Ellos no saben lo que es transpirar la camiseta en entrenamientos, con el simple objetivo de mejorar día a día. No saben lo que nos esforzamos en una hora de partido, todo lo que nos pasa por la cabeza, todo lo que dejamos en la cancha. El handball nos une a todos, seas o no de un mismo equipo.

El handball me enseñó a soñar con un partido, con un equipo, con un campeonato, me enseñó a llorar con un simple error sobre el final que terminó costando caro, con ese partido que falté, me enseñó a querer más que nada a una pelota, a festejar una buena jugada. El handball me enseñó a aguantar al compañero que se lesiona, a valorar cada pelota, cada contragolpe, a intentar algo nuevo cuando ya no quedan fuerzas, a levantarme despues de un golpe. El handball me enseñó la sensación de tocar el cielo con las manos, me dió amigos, me formó como persona, me formó un camino, me hizo valorar cada segundo, dentro y fuera de la cancha. Me enseñó  el aguante de los compañeros en las malas y las felicitaciones cuando las cosas salieron bien. El hanbdball me enseñó a caer y volver a intentarlo, me enseñó que todo se puede aunque parezca imposible. Me enseñó que hay que dejar el alma y luchar hasta el final. Me enseñó a sentir la camiseta, a sacrificarme por mi club y darle confianza a los demás. YO VIVO POR EL HANDBALL PORQUE EL HANDBALL ME ENSEÑÓ A VIVIR.


Todos soñamos, entrenamos y trabajamos para sentir la senación de entrar a la cancha nervioso, con toda la gente mirandote, gritando y aplaudiendo, el momento de saludar a tus oponentes en el medio de la cancha, de atajar una pelota y que todo el mundo te felicite, de grtiar y festejar esa atajada, el momento de meter un gol y festejarlo junto con tus compañeros, el momento de deprimirte cuando la pelota entra en tu propio arcom por ver un compañero tirado en el piso, sentir que la pelota pega en tu cuerpo, sentir el golpe que te dan o que le dan a tus compañeros. EL MOMENTO DE FESTEJAR UNA VICTORIA Y DE SUFRIR UNA DERROTA. Es un sentimiento que no se puede encontrar en cualquier lado, es inigualable y único.


Esto es lo que el handball me hace sentir, la adrenalina que siento en los partidos y entrenamientos. EL HANDBALL ES MI VIDA Y NUNCA ME ARREPIENTO DE HABER AGARRADO UNA PELOTA.

sábado, 4 de mayo de 2013

¡Bienvenidos a mi mundo!

Este es el espacio donde yo me puedo expresar libremente, donde mis sentimiento salen a la luz. Escribiendo yo me descargo, me emociono, me explico, reflexiono, etc. Como no puedo expresarme personalmente con palabras lo hago escribiendo. No tengo mucha imaginación para escribir sobre cosas interesantes, pero a la hora de escribir lo hago con el corazón, aunque no siempre me salgan las palabras que quiera decir. Ojalá me sirva esto para descargarme sin tener que lastimar a alguien. 
                                          
                                                                                                                   Federico Biondi.