miércoles, 17 de julio de 2013

Aquel sueño, nuestro sueño.

Estaba yo cantando, solo, arriba de un escenario, sin público, dentro de un micro estadio. Practicando se podría decir, sin miedos ni nervios. Eramos yo, el micrófono, un reflector y millones de asientos vacíos. Hasta que de la nada se abre una puerta, y entra alguien. Sin darle mucha importancia seguí con lo que estaba haciendo. De a poco, esa persona se iba acercando, hasta que por fin me di cuenta quien era. Eras vos. Estabas ahí, mirándome, apreciandome. Me pediste que te dedicara una canción. Una canción que represente nuestro amor. Empecé a cantar, y me interrumpiste, siguiendo la letra de la canción . De la nada, hicimos un dueto improvisado. Uno cantándole al otro, manifestando nuestro amor y felicidad. Cuando terminamos la canción nos miramos, sonreímos y nos abrazamos, sin faltar un beso. En el medio me decís a la oreja: "Quiero quedarme acá, con vos, donde soy feliz. Nunca me abandones". Y yo como respuesta, te abrazo más fuerte, te doy un beso y te digo: "Te amo, nunca te voy a abandonar". Luego caen las paredes del micro estadio y ahí, afuera, había una multitud de personas que habían escuchado nuestra canción. Nos ovacionaban, nos gritaban, nos aplaudían. Y nosotros sin más que hacer, saludábamos al público, mientras sonreíamos. 

No sé si pasará o no, pero de algo estoy seguro... 
                                  
                               SOMOS EL UNO PARA EL OTRO.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario