domingo, 5 de mayo de 2013

Handball, mi pasión y la de muchos

Handball: muchos diran que "es solo un deporte". Ellos no entienden lo que es verdaderamente el handball. no entienden todo el tiempo que le dedicamos a este deporte, que no es solamente un deporte, es la vocación que nosotros elegimos para vivir, es nuestro pasatiempo favorito, el momento donde te concentras mas que en otros lugares, donde te contras con amigos, compañeros y, ¿Por qué no?, con tu amor.
Ellos no saben lo que es transpirar la camiseta en entrenamientos, con el simple objetivo de mejorar día a día. No saben lo que nos esforzamos en una hora de partido, todo lo que nos pasa por la cabeza, todo lo que dejamos en la cancha. El handball nos une a todos, seas o no de un mismo equipo.

El handball me enseñó a soñar con un partido, con un equipo, con un campeonato, me enseñó a llorar con un simple error sobre el final que terminó costando caro, con ese partido que falté, me enseñó a querer más que nada a una pelota, a festejar una buena jugada. El handball me enseñó a aguantar al compañero que se lesiona, a valorar cada pelota, cada contragolpe, a intentar algo nuevo cuando ya no quedan fuerzas, a levantarme despues de un golpe. El handball me enseñó la sensación de tocar el cielo con las manos, me dió amigos, me formó como persona, me formó un camino, me hizo valorar cada segundo, dentro y fuera de la cancha. Me enseñó  el aguante de los compañeros en las malas y las felicitaciones cuando las cosas salieron bien. El hanbdball me enseñó a caer y volver a intentarlo, me enseñó que todo se puede aunque parezca imposible. Me enseñó que hay que dejar el alma y luchar hasta el final. Me enseñó a sentir la camiseta, a sacrificarme por mi club y darle confianza a los demás. YO VIVO POR EL HANDBALL PORQUE EL HANDBALL ME ENSEÑÓ A VIVIR.


Todos soñamos, entrenamos y trabajamos para sentir la senación de entrar a la cancha nervioso, con toda la gente mirandote, gritando y aplaudiendo, el momento de saludar a tus oponentes en el medio de la cancha, de atajar una pelota y que todo el mundo te felicite, de grtiar y festejar esa atajada, el momento de meter un gol y festejarlo junto con tus compañeros, el momento de deprimirte cuando la pelota entra en tu propio arcom por ver un compañero tirado en el piso, sentir que la pelota pega en tu cuerpo, sentir el golpe que te dan o que le dan a tus compañeros. EL MOMENTO DE FESTEJAR UNA VICTORIA Y DE SUFRIR UNA DERROTA. Es un sentimiento que no se puede encontrar en cualquier lado, es inigualable y único.


Esto es lo que el handball me hace sentir, la adrenalina que siento en los partidos y entrenamientos. EL HANDBALL ES MI VIDA Y NUNCA ME ARREPIENTO DE HABER AGARRADO UNA PELOTA.

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